Cohete ULA-2 Lester al espacio en su prueba final
Ramiro Gutiérrez/DLA
Fotos: CIAE
Pedro Benítez, docente e investigador del Centro de Investigaciones Atmosféricas y del Especio, Ciae, de la Universidad de Los Andes, acompañado por Vicente Marcano, Marcos y Carlos la Rosa, miembros del equipo de investigación espacial se encuentran en los preparativos finales para el lanzamiento en su tercera fase del cohete zonda también conocido en sus siglas en inglés como Lester: Low Enviromental Space Terrestial and Experimental Rocket.
Uno de los proyectos banderas de esta comisión es el diseño, construcción y lanzamiento de un cohete totalmente moldeado en el país, impulsado a través de combustible sólido, mezcla de nitrato-sacarosa. Sobre este hecho han realizado dos pruebas preliminares de lanzamiento. En la primera no consiguieron altura, en una segunda lograron medianamente el objetivo y tienen confianza que las correcciones realizadas al sistema los lleve a coronar el éxito cuando el cohete obtenga la altura programada.
El ULA-2 al espacio
Benítez consideró que el cohete ULA-1 cumplió el objetivo cuando obtuvo 1.2 kilómetros de altura. “ahora se tiene programado un tercer lanzamiento en este mes cuando se someta a prueba la segunda fase de todo el proyecto que es el diseño del cohete ULA-2 que logrará mayor propulsión, altura y mayor velocidad”.
“Con estos se busca llegar a los estratos altos de la atmósfera para que una vez que este totalmente probado y determinado a cada uno de los vectores se pueda incorporar dentro de los mismos censores órdenes para que den datos sobre la característica de la atmósfera desde el punto de vista biológico, químico, físico y de radiación”.
Una vez alcanzada la altura deseada, explicó Benítez, y que en el espacio active sus censores para medir los diferentes parámetros programados se recuperara habiéndole incorporado un censor de recuperación y el recorrido dependerá del peso, carga y dimensión del cohete.
Los objetivos pendientes
Para Benítez el objetivo actual es el de desarrollar el cohete que pueda alcanzar unos 10 kilómetros de altura, aunque la meta es llegar más allá. “Ahora bien cuando se haya alcanzado esa altura se activarán esos censores más su sistema de recuperación y en ese momento comenzará a descender midiendo los diferentes parámetros: contaminación atmosférica, estudios de aerosoles, biología atmosférica, radiación, contaminantes atmosféricos, todos los parámetros físicos y en algún momento enviar un ratón, recuperarlo y ver como funcionó su sistema nervioso”.
En el caso específico de Mérida se encuentra el caso de los insecticidas y plaguicidas por lo que Benitéz explicó que: muchos de estos agentes se volatilizan muy fácil y probablemente estamos siendo afectados por esta contaminación y no se sabe en que magnitud y eso es importante analizarlo, medirlo y divulgarlo.
Asimismo existen los factores producidos por la actividad industrial y esto puede dar la cantidad de emisiones contaminantes y hasta que altura de la atmósfera está llegando esas emisiones.
“La propagación de esporas a través de la atmósfera que causan problemas graves de alergia en las diferentes personas y en las diferentes épocas del año, con esto se puede llegar hasta lo que es la reforestación. Si alguien se encuentra en una región que ha sido deforestada se puede colocar en un vector una gran cantidad de semillas y esparcirlas en el área que por otro método se haría difícil”.
Los recursos y el futuro
Los investigadores indicaron que el proyecto se ha cristalizado básicamente con el apoyo del rector Léster Rodríguez con el programa de Ciencias Espaciales y aportes de los mismos investigadores en las fases iniciales.
Lo más importante, expresaron, es lo que se ha logrado. Es la primera vez que en Venezuela se diseña y lanza exitosamente un cohete sonda y es preciso decir que el combustible que se está utilizando no es contaminante.
“Nuestra meta final en un plazo aproximado es de dos años dependiendo de los recursos para poder colocar un micro satélite en orbita de aproximadamente un kilo con factura de la Universidad de Los Andes, también es preciso explicar, por que pueden surgir preguntas como: ¿por qué no comprarlo en el mercado si ya están fabricados? Lo que se quiere es desarrollar nuestra propia industria para depender cada día menos de terceros aunque estemos a 50 años de haber hecho el primer lanzamiento del primero satélite como el Sputink ruso”.
El Lanzamiento
Es un hecho irrefutable que para lanzar un cohete hay que contar con el apoyo de la Fuerza Aérea por dos cosas muy elementales: el área de lanzamiento y la previsión del espacio aéreo y esto lo puede hacer solamente la Fuerza Armada.
“Hasta ahora los lanzamientos se han hecho desde el Llano venezolano, en la Base Aérea Capitán Manuel Ríos, Bamari, en El Sombrero, pero eso no significa que no se pueda hacer por ejemplo en Mérida para realizar un estudio atmosférico sobre los alrededores, vale acotar que en esta base es donde se están instalando las estaciones terrenas para hacer los seguimientos al sistema satelital Simón Bolívar.
Carlos la Rosa, por su parte, adiciono que el objetivo que se persigue con los satélites es la búsqueda de un sistema que les permita hacer monitoreo de una zona como la de Mérida que es altamente productora de agua y que crea un gran impacto sobre el Lago de Maracaibo.
“Recordemos que Mérida forma parte de la cuenca del Lago por lo que lo impactamos, pero en contra sentido el Lago también nos impacta, de allí la importancia de tener una estación situacional desde la que se pueda en que medida como se puede delimitar la frontera agrícola la que se extiende cada día más y puede producir una desertificación de todas las zonas altas del estado Mérida con un gravísimo peligro no solo para los merideños si no para todas las regiones bajas”.
La Rosa explicó que desde el monitoreo ambiental que maneja en Mérida, ciudad productora de agua puede llegarse a una desertificación creándose un desastre en todas las zonas, incluidos los habitantes de este estado.
“Esto por supuesto crearía un problema global que hay que abordarlo con mucha responsabilidad con sentido de unidad y desde el satélite se estaría vigilando de forma permanente una de las regiones claves, toda vez que aquí se genera aportes a los ríos más importantes como es el Pagüey que nace en toda la Sierre Nevada, llega al río Apure y de este al Orinoco,”.
Finalmente comentó que desde Trujillo también sale otro que desemboca en esa zona y además el Orinoco tiene una pluma que llega hasta el Mar Caribe por lo tanto se esta rodeado de una zona de impacto en la zona andina y de allí la necesidad de poder monitorear y establecer una observación permanente.
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Leyenda
Grupo de investigadores del CIAE mantienen en sus brazos el producto de su trabajo que será lanzado al espacio este mes.
Publicado en el Diario de Los Andes