M E OPONGO
A esta patria grande bañada de riquezas y cristalinas aguas le ha tocado en la repartición de seres humanos, unos genotipos llamados venezolanos que despiertan cada mañana programados par negarse y negar todo lo que les rodea.
Es probable que por facilidad de obtener migajas para sobrevivir y la benignidad del clima se permitan adopar esta particular forma de actuar.
Cuando las acciones de los ciudadanos de muchos países es empujar el carro por el mismo lado, con planes de desarrrollo económico a largo plazo y el sólo propósito de brindar comodidad a sus descendientes, los venezolanos se enrollan en simplezas del momento aspirando todos a llegar a un cargo de alcalde, diputado, gobernador o presidente porque eso les da caché.
En estos tiempos cuando la toda la humanidad se agrupa bajo el Euro, firma la carta magna de la Comunidad Europea, lo global está pasando de moda y se piensa en la mundialización; los líderes bolivarianos andan reclinados en los discrusos patrioteros y fútiles utilizados en la arenga política de los años sesenta del dejado siglo XX.
A esta altura pareciera natural que cuando alguno tiene uan idea brillante -hay millones con excelentes planes- aparece de la nada un Mesías, ofreciendo todo lo contrario que tira por la borda lo que el resto consideraba la salida concordada.
Cuando se pregunta, por qué se oponen a un determinado plan, la respuesta es <<>>, y con esto, los famosos acuerdos se van al pote de la basura.
Solo basta una mirada por la ventana para observa estas posiciones encontradas. El país mas electorero de la tierra es un cementerio de obras sin concluir porque el gobernante de turno se opone a terminar las de su antecesor. Con el agravante, que en los últimos años no han construido nada, solo le cambian el nombre y el color a lo poco edificado en gobiernos anteriores.
Los planes de la anación cuando existían, duraban menos que el quinquenio en que eran elaborados. Entre todos aquellos oferentes, surgió el de mayor representatividad: Hugo Rafael Chávez Frías; líder carismático que manosea el hambre de los necesitados todos los domingos y en cada perorata niega todo lo que ha dicho el día anterior, a talpunto que, en los seis años de gobierno ha decretado tantos planes de gobierno como días tiene en el poder, mientras que los pobres son más pobres y la nación se endeuda aritméticamente en medio de la mayor bonanza petrolera.
El proceso de exclusión social, aunque se lisonjee todo lo contrario, es de dimensiones alarmantes, tanto que los mismos actores del actual régimen quieren en este momento -y con la mayoría que tienen lo lograrán- incluir en el CódigoPenal el <> sólo considerado a escala mundial en las dos post guerras mundiales y en la decandencia de Estados Unidos, con lo que están aceptando de hecho la hambruna que se vive en el país. Si no lo aprueban es porque algún inteligente se dio cuenta de la realidad, pero la intensión existió.
Particular importancia requiere de atención en el proceso de exclusiòn social cuando el crecimiento de la pobreaza; el aumento de la desigualdad; la creciente explotación de los menores de edad; la prostitución infantil y los problemas de hacinamiento ante la escasez de vivienda, no se compaginan con el precio del petróleo más alto en toda la historia.
La negación, entonces, pareciera ser una nueva forma de gobernad en los actuales momentos. Se niega que exista represión, pero los cuerpos policiales allanan y secuestran sin ninguna orden judicial. Se neiga la persecución, pero todo los días vemos como salen juicios para aquellos que han osado enfrentar al regímen. Se niega la pobreza, pero los índices son abrumadores. Se niega que haya descalabrio económico, pero recibieron el dólar a quinientos bolívares y hay que conseguirlo en el mercado negro cuatro y cinco veces más de su valor original, en fin, se afirma que existe libertad de expresión, pero todos los días la regulan con lo que cada día se amanece menos libre./ RAGUM
De mi libro INFINITO pag 7/9
