sábado, 12 de febrero de 2011

DOCE AÑOS DE PLASTA EN PLASTA


DOCE AÑOS DE “PLASTA EN PLASTA”. Para no recordar las anteriores Hugo Chávez puso la primera plasta el 4 de febrero, ese 4F de 1992 con ribetes de magnicidio, donde fue derrotado vergonzosamente, como lo fueron todas las intentonas representadas por su anteriores correligionarios como las encabezadas por el Comandante Fausto y el Comandante Ramiro, hoy ministro el primero y presidente de la Asamblea Nacional el segundo, quienes ciertamente, si hubiese violación a los Derechos Humanos, como la responsabilidad es personal y no tienen fecha de vencimiento tendrían mucho porque responder a la Justicia.

Doce años después cualquier venezolano prefiere la Venezuela con todos sus defectos que encontró Hugo, a la empobrecida, insegura y remendada que el nuevo ególatra en la historia patria ha fabricado. La plasta mayor, a su favor, pero en perjuicio del resto de los venezolanos y por supuesto en contra de la Constitución es el haber absorbido todo los poderes, como los viejos dioses del Olimpo, que decide quién va preso, sale en libertad, a quién se juzga, como se dirige un proceso electoral, cómo se administra, dando por su puesto con cada medida tomada un mini golpe de Estado, ya que hoy para él la Constitución sólo le sirve para mostrarla por la televisión.

SOMOS MENOS QUE OTROS.- Estamos en lo estándares económicos más bajos de toda Latinoamérica. La inflación más alta con los precios más altos del petróleo y el PIB más bajo de la región (pa”vergüenza) de todos. Más secuestros sin tener frente guerrilleros, aunque el presidente Uribe le envió las coordenadas donde descansaban.

La humillante presencia, con poder de mando y decisión como la cubana, en las principales instancia de poder, entre ellas su propia seguridad personal, pero a lo más bajo que se ha llegado es, -a parte de los regalos y construcción de estructuras millonarias a los chulos internacionales-, el regalo de suelo patrio como las 21 mil hectáreas al Sur del Lago a los rusos o el Hato Piñero a los árabes.

Una plasta que toca directamente al ciudadano común es la disminución, por no decir inexistente, apoyo a los centros de salud donde los venezolanos se mueren de mengua, los servicios primarios como la electricidad, (alguna veces falla por el verano, otra las lluvias y hasta por las iguanas) infraestructura vial, inestabilidad jurídica, la ganadería y la agricultura en estado calamitoso, las misiones son un barril sin fondo que sirven como atarraya electoral manejadas según la conveniencia de la sala situacional al antojo de su absoluta responsabilidad.

CONSTRUCTOR EMPÍRICO.- Esta plasta la ha puesto en más de una oportunidad. Desde su campaña como candidato hasta el día de hoy se ha echado la responsabilidad a sus hombros de la falta de vivienda. Ahora nuevamente, gracias a la naturaleza, ha vuelto a meterse a constructor y ha ofrecido 350 mil viviendas hasta el 2012 porque es un diestro creando verdades para pescar votos porque conoce que hay muchos crédulos que son fácilmente manejables.

El reguero de esta postura como constructor se puede apreciar también en la falta de construcción de nuevos centros de educación de todo nivel. Aunque son hábiles, -con un aparato comunicacional millonario-, para pintar las viejas estructuras educacionales y cambiarles el nombre e inaugurarlas como nuevas edificaciones han fallado, en Mérida por cierto el negro Aristóbulo está debiendo su oferta de cuando ministro del nuevo Liceo de Las Américas, pero es que hasta su institución estrella como es la UBV fue creada y funciona en un edificio de la antigua industria petrolera.

INDUSTRIAS BÁSICAS.- Donde la plasta es de pronóstico mayúsculo es en las Industrias Básicas. Casi todas producen el 70 por ciento menos de lo que producían antes de “chavetizarlas” o están cerradas. Pero lo peor es la decisión de importar los productos que estas industrias no procesan, algo parecido a la otra plasta puesta en la Industria Petrolera. Nadie de los humildes mortales entiende como casi le regala el petróleo a Cuba, más del que esta isla necesita y que esta lo revende a precios internacionales y por otro lado la Nación compra gasolina en el mercado internacional, mayor desastre no se puede concebir.

LO BUENO.- Aquellos que aplaudieron las nacionalizaciones “chavisteras” ahora están en el estado Bolívar, Zulia y el resto del país lloriqueando porque el “nuevo amo” los pone a trabajar y no les paga o les ha desmejorado sus condiciones laborales. Ahora, junto a la juventud, los gremios obreros se están uniendo para buscar una salida y se espera que en dos años que faltan para las elecciones muchas más voces se junten para enrumbar al país a un nuevo amanecer de corte democrático, federativo y descentralizado.

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