viernes, 18 de febrero de 2011

OMAR CERRADA CREA IMÁGENES ESTIMULADO...


Inspirados en el mundo delirante de las montañas andinas
Omar Cerrada crea imágenes estimulado en la obra de Mariano Picón Salas



“La fuerza del color… el color de la naturaleza en fragmentos… la fuerza del blanco y negro… la fuerza del dibujo. Es la pintura, tiene algo. La música no se ve… la pintura se ve… pero ambas se entienden”

Las galerías tienen una vida propia, hacen cambiar en segundos la personalidad del público visitante, en el fondo es casi real porque hasta estos espacios se traslada la vitalidad de los talleres de los creadores de las obras que se admiran y al momento que se inaugura la exhibición entran al mercado.

Desde los que se quieren hacer conocer hasta los clásicos son objeto del mercado porque todo (artistas, galeristas, promotores n…) funciona a base de dinero, a todos les gusta vivir bien ya que algo es rentable o no lo es, existen interesados en comprar las obras por negocio, se tiene que cotizar y entran también en el juego las salas de prestigio en dónde surge por razones lógicas los críticos de prestigio.

Omar Cerrada, coterráneo de uno de los más grandes de las letras merideñas como Mariano Picón Salas, tiene toda una vida tras un pincel. Dio sus primeros pasos en el mundo del lienzo a mediados de la década del 70. Naturalmente su calidad artística ha mejorado notablemente en el devenir de los tiempos, hoy después de haber tenido múltiples exposiciones en Mérida, Caracas y varias capitales de estado, el norte aunque es una quimera, lo ha recibido con rotundo éxito, sus creaciones en la ciudad de Miami, Estados Unidos, han sido adquiridas en su totalidad.

Inspirados en la misma Diosa

Cuando se entrevistó a Cerrada sobre la inspiración de esta nueva colección no tuvo atraques para confesar que le había motivado mucho la lectura del novel escritor merideño Mariano Picón Salas.

Sus colores descritos de la paisajística, explicó, son mi colores, Son los colores puros de la naturaleza, Él habla de las naranjas de San Jacinto, de los cafetales de la Otra Banda, del río Albarregas, de los días de fiesta, balneario popular y hervidos que se hacían en sus predios, de la belleza de la mujer merideña y todo esos son mis motivos para darle el colorido puro al fondo de mis creaciones.

La vida de Omar Cerrada como casi la de todos los artistas, sobre todo los de este género, no ha sido de la más cómoda, tampoco en su caso ha sido la más sacrificada. Oriundo del sector El Espejo, Mérida, toda su familia es también merideña. Hizo sus primeros trazados muy imberbe en esta ciudad, pero ya se asomaba a la ventana el rostro de un hacedor de la creación. Los derroteros hicieron que no volviésemos a tener contacto hasta principios de la década de 1980 cuando lo localicé destacado en la Guardia Honor, pero ejerciendo la pintura no artística en el Palacio Blanco en Miraflores.

Escuchar hablar a Cerrada es entender que se identifica o comparte con Mariano Picón el binomio naturaleza-cultura, porque esta región antes como ahora invita a la meditación por la serenidad de estas montañas andinas que contribuye a la formación de sus mentes observadoras y reflexivas, en el uno para la escritura y en Omar para los trazados que también brindan vida.

Juntos, Mariano y Omar, pasaron su juventud (cada uno en su propia época) en un ambiente familiar. Hicieron sus primeros estudios en la misma ciudad y aunque parezca mentira, Mariano también lo atrajo el pincel e hizo sus primeros y últimos cuadros con combinaciones delirantes de dibujos muy crudos con signos misteriosos y garabateados. Omar por el contrario fue insistente y hoy es el recreador de imágenes de pulcra policromía, admirado por propios y extraños de su tierra natal. Pero los dos, para parafrasear a Mariano Picón: Por mas que han recorrido muchas tierras no han perdido la costumbre de ser merideños entrañables.

Para ellos su infancia es su recreación constante colocándola como centro de sus mundos: “El cielo de Mérida, la flora y la fauna están ahí como vestigios de un paraíso perdido o de la revelación de una sensualidad salvaje bajo la sombra refrescante de los bucares en flor, hasta el variopinto mercado de los sábados”.

EL ARTISTA Y SU CREACIÓN

Para este trabajo Omar Cerrada dio su consentimiento de sacar, a manera de primicia para Diario de Los Andes, tres de sus creaciones. En ellas deja plasmada su cada vez más pulcritud de su técnica y su madurez artística.

“Estos trabajos son inspirados en las descripciones que hace Mariano Picón Salas y lo poco que yo puedo agregarles. `Domingo en el campo` esta basado en el relato de cuando los merideños solían bañarse y hacían sus hervidos en los predios del Río Albarregas, en esta ocasión a la altura del puente que está por la entrada a Pueblo Nuevo en la esquina del CCC Tulio Febres Cordero (antiguo Mercado Principal) `San Jacinto` porque también Mariano escribió de los naranjales de esa parte de la ciudad y la `Mujer` porque es la eterna inspiradora de mis obras.

De esta tertulia de la que nadie quisiera salirse se deja en su taller al creador y sus obras, la inspiración y el lienzo, el pensamiento y la materialización de sus visiones que vienen y se alejan a medida que cogen cuerpo en los trazados para satisfacción del artista y para la vanidad de quienes admiran y adquieren las obras.

ARMONÍA ESPACIAL

“Las pintadas, los graffiti, los rotuladores… todos es pintura… todo puede ser bueno o malo, pero todo es válido. Afortunadamente cada generación renueva ilusiones y las generaciones maduras siguen pintando, porque los artistas además son tercos…”

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