domingo, 21 de marzo de 2010

LOS ROBLES DE PORRAS ESTÁN FLORIDOS



Los “robles” de Porras están floridos


La fama que tienen los venezolanos de ser unos “linces”, “que se las saben todas”, pareciera que funciona en lo particular, porque cuando de mayoría se trata cualquier sujeto con un coeficiente intelectual precario le vende cualquier “bobada” aunque en ella vaya incluida lo más preciado que pueda tener como su propia libertad, sus intereses económicos o sus propios derechos, por citar algunos mayúsculos errores que se han cometido de manera mayoritaria.

Ahora cuando los funcionarios gubernamentales están promocionando conferencias, foros y miles de propuesta sobre el Ambiente, pero que además el ciudadano presidente Hugo Chávez se dio el lujo de ir a un foro mundial con un peritaje sobre el particular traigo a la memoria algunas experiencias vividas que sería bueno someterlas al ojo escrutador de la opinión pública.

En este particular es saludable recordar las críticas recibidas cuando se escribió sobre lo que se consideraba en ese momento un “pluf”, una mentira más del gobernante de turno para ese momento Florencio Porras Echezuria.

Porras en sus programas y en declaraciones a los medios “requetejuraba” que en poco tiempo la autopista Rafael Caldera sería una selva por ambos lados por la siembra de miles de árboles (robles) que habían sembrado a lo largo de ese eje. Fue público y comunicacional las arremetidas que él y sus acólitos hacían cuando se ponía en duda tan loable labor emprendida por el gobernante para contrarrestar la tala de cientos de especímenes que el TroleMérida había derribado a su paso. ¿Recuerdan?

Hoy, no es necesario de entrar en diatribas anti-elocuentes con los representantes del oficialismo, llámense “chavistas” o como fuere su preferencia. La autopista Rafael Caldera (Mérida-El Vigía) muestra las pruebas de la grandiosa siembra de robles que defendía con tanta ahínco el exgobernante Porras.

Las evidencias de la sospecha de muchos están al alcance de quien quiera verlo. Los famosos “robles de Porras” están floridos y realmente dan una sensación de frescura en esas altas temperaturas de esa autopista.

Lo anteriormente expuesto, en efecto, si fueran robles (árboles) no habría ninguna crítica, pero lo que sembraron no llega ni arbusto, de acuerdo a lo investigado, lo vendido por algún hábil emprendedor y comprado por un militar (recuérdese que Porras es capitán del ejército venezolano) es una planta perteneciente a la familia de las Nyctaginaceae, trepadora, originaria de América del sur y descubierta por el botánico francés M. de Bouganville, conocida a lo criollo como Trinitaria

Como se puede inferir el precio de una “rama” no es igual a la de un árbol, por lo que es obligatorio preguntarse cuántos millones se pagaron por los miles de “robles” que se dijo habían sembrado en la descrita autopista, porque además son esporádicas las plantas de trinitarias que se pueden observar a lo largo de su eje.

Más casas fantasmas en elecciones

Como seguimiento a este trabajo periodístico se tiene que traer a colación la habilidad que tienen los oficialistas para conseguir votos. A parte de las amenazas del Comandante en Jefe, mercadean la necesidad de los venezolanos de vivienda para engancharlos en censos y más censos, listados y ahora las “custodias” de los terrenos que terminan hasta inscribiendo a los necesitados ciudadanos en el PSUV, con el consabido consejo: tienen que votar por nuestros candidatos porque si perdemos las elecciones los opositores no le darán vivienda.

Cada región tiene sus protagonistas. Mérida recuerda las ofertas desde cuando el ahora General García Carneiro estuvo por estas tierras. Sucesivamente, entre elección y elección, comienzan a llamar a censarse en diferentes sitios y oficinas gubernamentales. Ahora los están haciendo gastar un realero sacando carta de soltería, concubinato, acta de matrimonio, haciéndolos jurar que no poseen vivienda y legalizándolos en el Registro o Notaria más cercana.

En esta ciudad en alguna oportunidad dio que hablar las largas colas. En una de estas ocasiones se hicieron hasta en la comandancia de la Guarnición donde ciudadanos de todas partes del estado amanecían día tras día para lograr la ansiada planilla para obtener la anhelada vivienda, porque según, –y de nuevo la amenaza velada-, si no te censas pierdes todos los derechos para tener casa.

Todo ha pasado, hoy más que nunca hay carencia de viviendas hasta llegar a la fecha presente donde alguien con mucho poder ha estado apoyando las tomas de los terrenos (propiedad privada amparada por la Constitución y las Leyes) pero que para el proceso, estas existen, sólo cuando le son favorables a sus proyectos. En otras palabras el país de unos pocos.

El engaño no es nuevo

Los “vivos” venezolanos los han trajinado por todos lados porque otros más vivos se la han aplicado. Económicamente Luís Ugueto, ministro de Luis Herrera nos “brindó” la salida de la “emisión inorgánica de dinero” y con ello se bautizó el famoso viernes negro. Después Manuel Azpúrua inventó el triple dólar: petrolero, comercial y libre: Lusinchi nos remató con: “los bancos me engañaron” y el honorable historiador Velásquez le pasaron un indulto in deseado.

En el actual gobierno bajo el asesoramiento de José A. Rojas (ya nadie se recuerda de él) y la rúbrica inapelable de Hugo Chávez Frías dictaron (al inicio de su ya largo mandato) la sentencia tronante e insalvable de: Venezuela se encuentra en equilibrio recesivo (…) no hay crecimiento con dinero represado. Esto dio pie posteriormente para quitar el famoso “millardito” al Banco Central con lo que se inauguro el derroche mayor de toda la historia patria, no bastándole el Banco Central si no que 950 mil millones de dólares por petróleo los desapareció por obra y gracia de su santo nombre.

La desgracia no es que nos dejemos engañar, el gran problema para la patria es la apatía y la desesperanza, forma de ser al que nos hemos reducido individual y colectivamente.

Y SIGUEN ENGAÑANDO

En los años sesenta-setenta los puntofijistas invitaban a la izquierda revolucionaria a deponer las armas y que salieran a pelear el poder con votos, pero el tiempo demostró que las actas mataban los votos. Ahora los chavistas matan las actas y los votos de los demócratas a través de las maquinitas y el CNE, lo malo es que los demócratas callan cobardemente.

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