EL VALLE DE LOS MISERABLES

Todos, en todas las épocas, hemos mantenido cierta tendencia a admirar a otros seres, naturaleza o cosas. Por su belleza, su policromía, su firmeza, consistencia, hechos o actitudes. Y a los humanos se nos ha admirado además, por los hechos; sean éstos virtuosísimos o por lo salvaje de los mismos. Si deslizamos nuestra memoria, en las diferentes edades, veremos que en cada periodo de la vida uno tiende a admirar a diferentes seres y con diferente intensidad.

Pero, por desgracia, en mas de las oportunidades esos seres que se admiran pasan a ser objeto de repulsión o de odio, ya sea en el terreno afectivo, laboral o político. Y en éste último, se da el mayor de los desengaños.

Mi generación ha tenido suficientes ídolos como ninguna otra. Y la casi totalidad de los idolatrados, han pasado a ser los seres miserables más odiados de la noche a la mañana. Como no tengo explicación científica y para fines de este escrito, me permitiré, sólo a comentar que esta desilusión es producto del apasionamiento latino que le ponemos a todas las cosas.

No hablo aquí, de los sobaqueros de todas las esferas político-económicas, que lamen el piso por donde va a pasar el líder de turno a ver si con esa actitud encuentran el ascenso inmerecido o el contrato que le resolverá los avatares de los siguientes días. Me refiero a personas -hombres y mujeres- que tienen y expiran aliento a educación, a preparación académica, altruistas en sumo grado. Y es en éstos seres donde después de llegar al poder, se conjuga y se libera, con estruendosa visibilidad el entreguismo fatídico en perjuicio de la Patria y sus ciudadanos.

Solo por citar un ejemplo, recuerdo con infinita arr*`´+-, como en unión de otros amigos nos hacíamos un viaje de 9 horas como mínimo, (Cuatro para ir y cuatro para regresar y una hora de TV) para ver un programa que se transmitía por un canal de televisión, el cual no se veía en nuestra ciudad, porque el productor del mismo expiraba credibilidad y además era un medio para estar informados de las triquiñuelas del régimen. El conductor del mismo quien no era ni es de mi admiración es el único responsable para que un “supuesto” corrupto no haya sido juzgado, ya que con su voto de congresante fue declarado inocente.


El mismo está en la actualidad, convertido en uno de los más altos oligarcas gubernamentales, practicante cual mejor cuarto republicano de la mayor arrogancia y soberbia hasta con sus propias colegas. Inquietud sin repuesta es el porque gente con un nivel de preparación académica, conocedores de todos los problemas del país, que vociferan en las campañas electorales, todas las soluciones a los problemas que aquejan a la población cuando llegan al poder se convierten en extraterrestres; Pasando a decir y hacer en el mismo momento de la juramentación, todo lo contrario de lo que antes, como candidatos afirmaban. Continúo pensando tal como lo escribí en un articulo de prensa, que: “...los conductos de los aires acondicionados de Miraflores, Palacio Legislativo y Ministerios tienen un virus que afectan la mente de los usuarios”.

Para darles un voto de confianza vamos a decir que allí, en esos espacios, sucede algo o existe un misterio que no se puede revelar, que obliga a los gobernantes de turno a convertirse en enemigos del resto de la población. Y que en este país primer fabricante de leyes y de decretos de toda la América, se obliga a los gobernantes hacer todo lo contrario de lo que las mismas dicen. Digamos, por ejemplo, que cuando la población le pedía al candidato Chávez Frías que sacara al ejercito a la calle era con la sana intención de que los enviara a las fronteras a cuidar nuestro suelo patrio, a ejercer el oficio para lo que el estado invirtió sumas mil millonarias preparándolos; no que los llevara, a punta de dedo, a convertirlos en burócratas gubernamentales.

Claro esta, mientras botas camuflajeadas de civilistas, pisoteen la dignidad de la primera magistratura viviremos en eterna desconfianza.

Me resisto a creer en el viejo decir de: “Los pueblos tienen el gobierno que se merecen” Aunque por esta vez, creo que para una minoría de bolivarianos- pero que es la que sale a votar - les ha llegado el gobernante que estaban anhelando. Ha surgido, de la nada, el Mesías que regalará casas, que repartirá dinero sin trabajar y que cada momento les recordará que la voz del pueblo es la voz de dios y como el es su representante, pues nada mas ni nada menos él es, Dios mismo. El hacedor de milagros, el centro del poder y el rector único del proceso en el cual se conjuga lo divino y lo humano.



Interesante es además observar que, con su bolivarmanía, los que antes defendíamos los ideales y los símbolos patrios hemos pasado hacer sus detractores. Y razonable es en vista que, una cosa es ser patriota y otra cosa y muy diferente es que para ser amigo del actual régimen se nos obligue a ver, oler y comer la historia que todos conocemos. Critiqué hasta la saciedad en los tiempos de la cuarta republica como el himno nacional y la bandera, por solo citar algunos, habían pasado a hacer propiedad exclusiva del Presidente, los Jefes de Guarnición y los Gobernadores, es más, si alguien osaba cantar el himno o llevar la bandera era tildado de inmediato como revolucionario y ofensor de la dignidad patriótica. Ahora en la quinta republica, como no tienen proyecto de país, quieren hacernos brotar de nuestros poros un nacionalismo pendejo y fuera de toda racionalidad como única manera de acentuar el populismo galopante.

En medio siglo de vida es mucha el agua que he visto pasar por debajo del puente de la vida. No quisiera ser testigo presencial, cuando en un futuro no lejano las lagrimas nos estén ahogando en el mar de la irracionalidad y la angustia. Hasta el día de hoy cada palabra y cada gesto que el líder del proceso ha expresado a tenido que tragárselos, cual grapas que le rasgan las entrañas de su propio ser. Y de quienes le acompañan, héroes de batallas imaginarias, oportunistas de ocasión, déspotas semi-ilustrados, haciendo de comparsa para que el baile carnavalesco siga paseándose por los pasillos gubernamentales.

A semejanza de los españoles de vieja data que se hacían llamar: “Señor Doctor Don Juan de La Vega...” y no sé cuantos títulos más, hoy día, los anunciadores de televisión en los actos protocolares, hacen malabarismos respiratorios para tomar aire y hacer la presentación de la primera magistratura, cito: El Ciudadano ilustrísimo Señor Presidente de la Gloriosa Republica Bolivariana de Venezuela, Mi Comandante en Jefe. uffff, hay que tener buenos pulmones para no fallar en el intento. Pareciera que mientras más se alargan los honores más crecen nuestros problemas. Ahora a parte de la falta de trabajo y la hambruna que vive el venezolano, aunque los precios del petróleo son más altos, estamos enfrentados ya no a toda la sociedad civil venezolana sino que sumamos la afrenta a todos nuestros vecinos y por si fuera poco, como míseros ratones estamos buscándole pleito al gran gato maula del norte.





El mal que nos faltaba era hacernos creer obligadamente, que somos una parte de la reencarnación de Bolívar y que la porción mayor es el actual presidente. No pasará mucho tiempo en pedirnos que como El Libertador realizó su gesta a caballo, nosotros tenemos que regresar al transporte pedestre, -esto no está muy lejos que suceda si continuamos por el camino que vamos- eso sí, él será el único que puede montar un caballo blanco con gualdrapa de oro.

El gobierno del enfrentamiento y la ofensa se disgusta si del otro lado osan contestarle. ¿Quién no defiende su familia cuando la atropellan? Y cuando eso sucede montamos una interminable cadena de radio y televisión vía satélite para repostar con quejumbres oníricas. Claro, nadie se atreve a preguntarle a su majestad, cuanto le sale al erario público esas transmisiones, mientras que los niños de la calle deambulan por los parques y avenidas; en fin, para esas transmisiones contamos con la consabida y tan arto criticada partida secreta.

Por cierto y tomando como buenas sus palabras, él les dijo a los integrantes de la CTV que si tuvieran vergüenza renunciarían a sus cargos. Creo acordarme que en una de sus interminables intervenciones expreso, cuando iniciaba su agobiante y ya pareciera interminable gobierno, que, si en un año no lograba re-ubicar los niños de la calle renunciaba, bueno, realmente que si hace honor de su palabra, nos ahorraría muchas penalidades.

Interesados estamos los venezolanos en conocer cómo van en sus estudios los dos jóvenes a los cuales también manifestó becarlos con uno, de sus dos sueldos; seria interesante saber cuanto les falta para graduarse.

Somos humanos y como tales tenemos el pleno derecho de sentir miedo, instinto primario, lo que no podemos es encuclillarnos. Las multitudes de venezolanos conscientes no podemos seguir comiéndonos el cuento de: “El pueblo esta conmigo”. Expresión manoseada por Hitler, Gómez, Pinochet y no sé cuantos dictadores más. Cada día para cada acto público del líder vemos con asombro como con cargo al erario público, se mueve contingentes en autobuses de una ciudad a otra con sus gastos pagos para complacer su megalomanía, sin contar la cantidad de tropa vestida de civil que son dados de pernota con el único propósito de hacer multitud.


Somos un mar de individuos que nos educamos en la libertad y la autonomía guiándonos exclusivamente por el razonamiento; en procura de un futuro próspero y una vida de paz. El efecto inmediato del miedo es el de paralizarte, por tal motivo, no podemos dejarnos someter por un grupo, que se identifica con la dominación y la subordinación, que persiguen como único fin arrástranos a etapas sor montadas por la humanidad.

Las naciones del este europeo después del derrumbamiento del muro de Berlín están creciendo económicamente, según publicaciones internacionales, a un ritmo cercano al de los Estados Unidos. Pero, algunos quieren llevarnos a empezar donde otros terminaron su aventura. No podemos estar aislados en este mundo globalizado. Desconocer las leyes del mercado, es conducirnos ciegamente por el camino del fracaso. Creo que es hora de olvidarnos del discursito de los sesenta y de querer revivir la gesta libertadora.

Nunca será tarde para hacer un llamado a la racionalidad y la unión. Nuestra Patria Grande fue bendecida por el Arquitecto de los cielos; lo único que nos pide es la canalización de nuestras energías por los senderos de la justicia y por ende del bienestar común. Creo que si tenemos que recitar de memoria los discursos de Angostura, Jamaica y todas la proclamas de Bolívar; es justo que pidamos la puesta en práctica de proyectos reales y soluciones efectivas. No solamente los utilicemos para hacer demagogia barata y populista. Poner al servicio de la población los grandes recursos económicos, para generar empleo y progreso colectivo deben ser nortees inseparables de cada acción que se acometa.

Aspiramos que alguien en la cima del poder, haga entender al resto de los propulsores del proceso que: Los héroes y lideres se hacen más grandes cuanto menos se nos obliga a seguirlos.

Anecdotario: En unos de los libros leídos y que explican la relación de los que estamos aquí con los que nos han precedido a la otra vida, he podido leer que hay humanos a los cuales se les incorpora un ente espiritual, y que según sea la capacidad de esta persona, llamada “médium” es la calidad del ente espiritual que le visita. Allí mismo explica que hay espíritus burlones “mamadores de gallo del mas allá” que se hacen pasar por otros; o sea un malandro cualquiera que se hace pasar por el poderoso Guaicaipuro etc., Bajo esta óptica es que puedo entender lo que quieren decir algunos comentaristas políticos cuando expresan, cito: “ Si, yo creo que Chávez se transporta y habla creyéndose Bolívar, más aún, cuando saca la espada” Bueno no tengo porque dudar acerca de su capacidad para lograrlo, pero creo que van a tener que buscar un especialista en esa área porque por lo que se esta diciendo y haciendo es todo lo contrario de lo que nuestro Gran Padre Libertador dijo e hizo, entre otras cosas: “es insoportable el mando militar en el mundo civil..” “Si un hombre fuera necesario para sostener el estado, ese estado no debería de existir y al fin no existirá” “Sirvamos a la patria nativa y después de este deber coloquemos los demás” “Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el arbitro de las leyes ni del gobierno” “Huid del país donde uno solo ejerza todos los poderes” “En moral como en política hay reglas que no se deben traspasar pues su violación suele costar caro” “Para juzgar bien las revoluciones y de sus actores es preciso observarlos muy de cerca y juzgarlos muy de lejos” “Los pueblos quieren más, a los que más males les hacen, todo consiste en el modo de hacerlo”