viernes, 28 de marzo de 2008

EXPORTACIONES A ESTADOS UNIDOS O LA HISTORIA...

Exportaciones a Estados Unidos o la otra historia de Tamacún


*** Las explosivas cargas de adrenalina aderezada con hojas de coca del presidente Chávez en los discursos antiimperialistas no son sino charadas para recibir aplausos de los incautos que creen en algo llamado revolución o están tras el botin que se lanzan al boleo en diferentes planes y que en fortuna puede que le toque, pero que nunca cancelarán porque no hay control del dispendio.

· Ramiro Gutiérrez


Tamacún era un perro, se diría en argot popular un perrazo, fornido, de anchas paletas y grueso latido que atravesaba todos los predios de la tierra que me vio nacer. Todos los perros de los demás fundos le temían, cuando ladraba su voz, cual Júpiter tronante, retumbaba cada rincón y los vecinos lo identificaban como el busca pleito de la aldea.
En su diario recorrido por lo que él creía eran sus posesiones tenía que atravesar la finca de mi anciano padre. Tamacún pasaba por la polvorienta carretera y miraba hacia la finca donde siempre estaba Almirante, un ‘cacrico’ de no muy buenas pulgas que siempre olfateaba su presencia.
Almirante se paraba a la entrada de la finca como asegurándole el posible enfrentamiento si osaba traspasar sus límites, en el fondo se conocía que le temía por el temblor de su cuerpo cuando sentía su presencia, pero al mismo tiempo el pelaje de su lomo se engrifaba como señal segura de un enfrentamiento.
Tamacún con sus ensordecedores ladridos mantenía al borde del pánico a los habitantes y sus congéneres, por su puesto los vecinos le pedían a su propietario: amarre ese perro. Los meses y años pasaban y nadie podía hacer nada por que el propietario era uno de los terratenientes de la zona, lo que convertía la molestia en una doble amenaza.
Como toda historia tiene un final, la de Tamacún, el perro temerario, termino en manos, mejor dicho en uñas, de Ramona, una gata de pelo negro con sangre de tigre que odiaba los perros. Cada vez que lo tenía cerca lo dejaba herido de muerte y Tamacún comenzó a esquivar caminos. Ya no trotaba por la carretera a sus anchas, por el contrario andaba por los lodazales y su imperio se fue reduciendo a la finca de su amo donde solitario y lleno de cicatrices terminó sus días.

La otra historia real

El odiado imperio del norte que tiene de muletilla el presidente Chávez no sirve si no como trapo rojo para que los incautos que lo aplauden no se den cuenta de los negocios multimillonarios que en los salones con aire acondicionado y buena comida firman a sus anchas con las empresas que tienen su asiento en el territorio norteamericano.
Las informaciones indican que en el 2007 la cifra manejada de importaciones entre Estados Unidos y Venezuela superó los 50 millardos (50 mil millones) de dólares con lo que superó todas las cifras de años anteriores y en contra partida el país exportó 39.8 millones de dólares hacia ese mercado.
También se incrementó el valor de la exportación petrolera a Estados Unidos, cifra que ubican en 38.120 millones de dólares para el año 2007 que casi es el mismo porcentaje (8.4 por ciento) del crecimiento del Producto Interno Bruto, pero al mismo tiempo cayó la colocación de productos no petroleros en este país porque las exportaciones no energéticas bajaron en 14.62 por ciento con lo que se ubicaron en mil 777 millones de dólares y en el campo no petrolero Estados Unidos exportó nueve mil 621 millones de dólares hacia Venezuela.

Nacionalistas de fachada

A los venezolanos les ocurre lo mismo que a los ciudadanos de El Paso, México. Gritan que viva Pancho Villa, pero hablan, se visten y comen como texanos, pero aún más la mayoría quiere pasar el río para trabajar en el norte.
En Venezuela si el observador es imparcial, en otras palabras abre los ojos, puede observar que desde lo más complejo como los reactores nucleares para la investigación, maquinarias mecánicas y eléctricas pasando por lo más común como los televisores, vehículos, partes y accesorios; químicos, instrumentos médicos y quirúrgicos, cereales, aviones, caucho, papel, cartulina, farmacéuticos, pinturas y hasta la manera de caminar se tiene adoptada y hace vida en los hogares venezolanos.
Por otro lado y para no dejar escapar la oportunidad, no se debe perder de vista que en la larga zona fronteriza que tiene la patria los venezolanos además de los productos gringos, los criollos visten, comen y sudan lo que se produce al otro lado de sus límites ya sea por el lado de Colombia como de Brasil porque aquí con el discurso destructivo y anti empresario del presidente, se prefiere importar que arriesgar su capital montando una empresa porque en un arrebato de pasta de coca se puede dictar la expropiación.
A esta altura del partido, los venezolanos cansados de las largas peroratas televisivas en contra del imperio, las amenazas de cortarle el crudo a los yankis, la guerra solitaria y cortesana, el discurso ofensivo e insinuante proclive a la violencia, las voces agoreras de una guerra contra la Exxón y Colombia, hasta ahora no reflejan si no un ladrido de perro de raza convertido en aullido de callejero como es conocido por los habitantes del pueblo de Tamacún y Almirante, porque esas palabras, no encuentran eco y se desconoce si de un momento a otro aparecerá un personaje como la gata Ramona que le pondrá un parado a tanta vaguedad y desgobierno.
Foto Cuadro anexo
Leyenda: Esta es la realidad de las relaciones tormentosas que desde Miraflores se dirigen en contra del imperio
Fuente: Embajada de Estados Unidos

((((((PUBLICADO EN DIARI DE LOS ANDES))))

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